El Ministro Público habría allanado el lujoso yate Flying Fox, a solicitud de los Estados Unidos, en virtud de los acuerdos internacionales de lucha contra la criminalidad y el delito.
El vehículo valorado en unos 400 millones de dólares está siendo investigado por presunto lavado de activos y tráfico de armas.
La solicitud de Estados Unidos también se basa "en virtud de una cooperación jurídica formal" hecha por las autoridades del país norteamericano, que "tiene abierta una investigación en contra de varios objetivos dedicados al lavado de activos a escala internacional".
El yate, propiedad del empresario ruso Dmitri Kamenshchik, quien también es dueño del aeropuerto Domodedovo de Moscú, según la revista Forbes, se mantiene bajo una estricta vigilancia.
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